Ahora daros la vuelta y volved al centro de la Cripta, delante del altar mayor. En el ábside y en las tres bóvedas adyacentes se ilustra el Apocalipsis de Juan.
En la bóveda central, justo encima del altar, está la gran figura del Cristo Juez, representado dentro de una almendra con el pelo y la barba blancos, símbolo de sabiduría, la espada que sale de la boca, ya que la palabra de Dios es como una espada de doble filo, dos llaves en una mano y siete estrellas en la otra, símbolo de las Siete Iglesias de Asia a las que Juan dirige su escrito.
Sobre la ventana está el Cordero Místico, con los siete cuernos, los siete ojos y el libro cerrado por los Siete Sellos. A su alrededor son los cuatro símbolos de los Evangelistas, mientras que debajo los veinticuatro Ancianos lo veneran.
El altar mayor de la Cripta está dedicado a san Magno, obispo de Trani, evangelizador de Anagni y mártir en el tiempo de las persecuciones de Decio, en el año 250.
El hemiciclo del ábside muestra la historia del mártir a partir de su muerte en Fondi, en el litoral del Lacio, después el traslado de su cuerpo a Veroli, hasta su sepultura en Anagni en el siglo IX.
Toda la nave de los tres ábsides, las bóvedas de la Creación y la primera vez de las Historias del Antiguo Testamento fueron realizadas por el Primer Maestro o Maestro de las Traslaciones cuyo estilo presenta rasgos fuertemente arcaicos y, aunque sufre de nuevos elementos formales provenientes de la Sicilia normanda, su lenguaje permanece anclado a la tradición romana.