La mayoría de las piezas expuestas en este ambiente se remontan a una donación de Bonifacio VIII y está registrada en un precioso manuscrito que habéis podido admirar en la Sala Capitular. Bonifacio, que es considerado el último papa de la Edad Media, es, de alguna manera considerado también el primero de la época Moderna y cierra la serie de los papas que vivieron habitualmente y con continuidad en la ciudad.
El caso del Tesoro Antiguo de Anagni es realmente notable ya que, a pesar de las mutilaciones, conserva una de las más interesantes y variadas colecciones artísticas de la época medieval.
Este Tesoro cuenta con una colección particularmente importante debido a la presencia de tejidos realizados con diferentes técnicas entre sí y provenientes de diversas áreas geográficas.
En el interior de la primera vitrina que ves a la derecha de la entrada, se conserva el Manto de la Virgen, realizado en opus anglicanum, con un tejido de lino laminado en oro con bordados en seda de varios colores y fechado a mediados del siglo XIII. En el centro del tejido están presentes tres momentos que acogen las historias de la Virgen: en la parte inferior está la Virgen dormida, en el centro nos encontramos la Asunción al Cielo dentro de una almendra y por ultimo su Coronación y la Comunión del Trono con su hijo Cristo. Todos los demás momentos, a la izquierda y a la derecha, acogen historias de la Infancia y de la Pasión de Cristo.
En la siguiente vitrina angular se conserva el precioso cofre relicario de san Thomas Becket, arzobispo de Canterbury, asesinado en 1170 en la catedral inglesa durante la celebración de las vísperas por cuatro caballeros enviados por el rey Enrique II de Inglaterra. Canonizado solo tres años después, el santo fue inmediatamente objeto de gran devoción aquí en Anagni porque representaba indiscutiblemente la victoria de la Iglesia inglesa, mártir del poder del estado.
El objeto tiene un alma de madera en forma de cabaña, revestida con láminas de cobre dorado decoradas con esmaltes azules, obra realizada por orfebres de Limoges en la primera mitad del siglo XIII. En la frente está representado el momento del martirio del santo, mientras que en la parte mas alta está su sepultura.
En la siguiente vitrina angular se expone el cofre de Hércules, un objeto de madera, realizado en el siglo XIII, sobre el que se aplican finas láminas de plata con la representación de los trabajos de Hércules.
En la siguiente vitrina se conserva el tapiz de la Virgen y los Santos, tejido de arte de umbriano- laciale, realizado en opus romanum en lino con bordados en seda de colores y oro. Los postes se usaban para decorar el frente de los altares en momentos particulares de la liturgia durante el año. En lo alto del centro está la Virgen con el Niño en el trono, rodeada de ángeles y santos. Abajo, a los lados de la crucifixión central, los mártires de san Pedro y san Pablo.